De la misma manera que las teorías tradicionales sobre los sabores están quedando superadas por nuevos hallazgos que demuestran que la variedad gustativa es mucho más grande que lo que se venía dando por cierto hasta ahora, un reciente experimento pone las bases de todo un amplio abanico de posibilidades en cuanto a los factores que influyen en las cata de vinos.
Según el estudio, realizado en el marco del festival Streets of Spain, celebrado en el barrio londinense de South Bank y organizado por las bodegas Campo Viejo, el color y el sonido también afectan a la percepción que tenemos del sabor del vino. Con una participación de casi 3.000 personas, que hacen de este experimento uno de los más multitudinarios que se han celebrado hasta la fecha, los resultados revelan que la percepción del sabor es alterada hasta en un 10% por los cambios de color y sonido en el ambiente del lugar en que se realiza la cata.
El profesor Charles Spence, neurocientífico cognitivo y profesor de psicología experimental de la Universidad de Oxford, que dirigió la experiencia, organizó un recorrido, denominado Campo Viejo Color Lab, en que cada participante recibió un vaso de vino según sus preferencias, en un vaso de color negro neutro. Durante el experimento, los sujetos eran expuestos a una selección de sonidos y colores que, según las conclusiones de Spence, influyen decisivamente en la percepción gustativa del vino.
Concretamente, el disfrute de los participantes parece aumentar significativamente con luz roja y música suave; mientras que la luz verde y la música “áspera” aumentan la frescura pero reducen la percepción de intensidad del vino. Una exposición limitada a la luz roja, sin música, evoca notas afrutadas y, en cambio, la luz verde por sí sola aporta frescura. Sin duda unos resultados sorprendentes que, aunque pueden parecer anecdóticos, podrían ser de amplia aplicación en los próximos años en áreas como la decoración e interiorismo de restaurantes, bares y hoteles.
Fuente: El blog De Uvinum