Ya sabes que el mafioso se hizo rico produciendo y distribuyendo bebidas espirituosas (por decirlo de un modo gentil) hasta que un tal Eliot Ness se las arregló para arruinarle el negocio y meterlo entre rejas.
Todo comenzó durante la época «de oro» del mafioso, cuando para ganarse el respeto (y agradecido silencio) de las gentes menos pudientes, distribuía comida gratuita en lugares de bajos recursos durante la «gran depresión»; así cualquiera que perdiera su trabajo lograba al menos alimentarse con cierta dignidad.
Aparentemente por esos años, un niño (supuestamente familiar de Capone) falleció a causa de consumir leche en mal estado. Debemos comprender que en esos años, la calidad de los alimentos no estaba muy bien regulada y dependía más del cuidado de la empresa productora que de control alguno.
Lo cierto es que ante éste hecho fatídico, y sabiendo que tarde o temprano la «ley seca» iba a caducar, Capone se interesó en el «negocio» de la distribución y venta de leche (recordemos que tenía una gigantesca flota de camiones que utilizaba para distribuir sus licores de forma clandestina).
Capone puso manos a la obra para «reinventar» su negocio: compró una planta procesadora de leche llamada Meadowmoor Dairies, y consiguió (no le faltaban contactos políticos para ello) que el Consejo de la Ciudad aprobase una ley exigiendo que todas las botellas de leche llevasen una fecha de caducidad estampada.
Eso de «estampar la fecha de caducidad» en las botellas de leche, puede parecer un pensamiento altruista debido a la muerte de aquel niño… pero estamos hablando de Capone.
En realidad, su objetivo era mucho más mundano: Capone también había logrado controlar junto a su hermano el mercado de las máquinas que estamparían la fecha de caducidad, por lo que hasta sus competidores productores de leche debían recurrir a él, al promulgarse la ley.
Así, la muerte de un niño le dio a Capone una idea de negocio que, por sus obvios beneficios colaterales a la salud pública, luego sería norma obligatoria en todo alimento envasado.
Así que, cuando veas la fecha de caducidad de tu próximo yogur… acuérdate de Capone.
Fuente:http://www.labrujulaverde.com/2015/04/fechas-de-caducidad-en-los-alimentos-agradeceselo-a-al-capone